Decimos que los niños ya no juegan más que a las dichosas maquinitas...
Pero en todas las zonas comunes de los edificios hay múltiples letreros: No jugar con pelotas, no jugar con bicicletas, no jugar con patines... ni al teje los van a dejar para que no rayen con tizas el suelo.
Y sé que ya he hablado de esto, pero me sigue poniendo de los nervios. Bien, hay que conservar las cosas: los portales, las fuentes, los jardines... pero al mismo tiempo hay que dejar jugar ¿no creen?
Y ahí entra la educación que demos los padres a nuestros hijos, el respeto por las cosas que son de todos, aunque parezca que no son de nadie. Si los padres inculcamos eso, se podría dejar jugar libremente en los patios. ¿Algún accidente? pues claro que puede haberlo, pero no una destrucción sistemática de las placas del falso techo -por ejemplo-.
Dejemos jugar.
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