Se portó estupendamente, posando como un campeón, le encanta que le saquen una foto.
Y creo que han quedado bastante bien.
Aunque he de decir que llevaba unos pomperos para hacer fotos con pompas de jabón, y unos patitos de goma ¡y se me olvidaron en el bolso! ni me acordé de ellos.
De esta sesión he aprendido a que por mucho que haya pensado las fotos antes, que lleve una lista y no me olvide de los accesorios, o me llevo la lista en papel y la pego a la cámara o me voy a olvidar. También olvidé el trípode.
Aprendí que debo tomarme las cosas con calma y disparar con tranquilidad, que muchas fotos salieron movidas, así que a respirar hondo primero.
(Las anteriores las he editado ligeramente diferentes, ¿cuál les gusta más?)
Y tampoco puedo controlar el tiempo atmosférico, en lugar de tener una tarde soleada y una hora dorada, tuvimos una tarde nublada que hizo que no hubiera mucha gente en la playa; así que le saqué el mejor provecho que pude.
Y mis hijas, que no tenían muchas ganas de salir en fotos, sino de construir castillos de arena, también estaban preciosísimas.
Un beso.
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