La verdad es que no soy muy veraniega yo, los calores me matan, y septiembre es el mes de verano por excelencia por aquí, hace calor y los días están lindos.
Pero lindos para estar con un daikiri en la mano tumbados en una hamaca, no para llevar a las niñas al colegio y sudar la gota gorda camino al trabajo. Sin saber qué ponerte porque un día caen cuatro gotas y pisas todos los charcos con las sandalias abiertas y al día siguiente hace más calor aún.
Tengo ganas de otoño, de un poco de fresco, y de tener un rato para hacer más fotos.
2 comentarios:
Eres una exagerada. Ni las hojas se caen, solo baja "algo" las temperaturas y en el mejor de los casos sacas una rebeca, que tampoco guardas del todo todo el año.
Coge a tu marido, arranca para Madrid, y date una vuelta por el Hayedo de Montejo con la camara de fotos y las niñas y el trabajo en el olvido.....
Un besazo.
Hombre, por eso digo "un poco de fresco". Pero no, lo de Madrid no va a poder ser, ya me gustaría, ,ya.
Por ahora un fin de semana en Santa Brígida para desconectar y celebrar nuestro aniversario.
¡Tengo unas ganas!
Un beso.
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